La abdominoplastia o dermolipectomia abdominal en Elche está indicada en personas que presentan un abdomen flácido, con piel sobrante y ligera distensión o abombamiento abdominal, que pese al ejercicio o las dietas no es posible corregir.
Normalmente estas circunstancias se suelen presentar tras los embarazos en las mujeres o tras pérdidas de peso significativas después de presentar un sobrepeso u obesidad mantenida en el tiempo.
Para realizar este procedimiento solemos practicar una anestesia general, previo estudio preoperatorio, ya que suele durar entre dos y cuatro horas.
La abdominoplastia en Elche va dirigida principalmente a:
Se realiza mediante una incisión en el pliegue natural del bajo vientre, por encima del pubis y alargada hacia los laterales según las necesidades influenciadas por el grado de flacidez y piel sobrante.
A partir de esta, se despega la piel y la grasa sobrante de la musculatura abdominal y se tensa esta musculatura mediante suturas si fuera preciso, eliminando entonces el sobrante dermograso adecuado para un abdomen más plano y firme, recolocando el ombligo en su posición correcta y suturando la incisión sin tensión excesiva sobre la cicatriz, de cara a optimizar su evolución y minimizar su visibilidad futura.
El cambio es visible desde el primer día, pero irá evolucionado durante los primeros meses, por lo que la valoración del resultado es a partir del tercer mes, aunque controlamos al paciente durante el primer año para una mayor atención y calidad.
Los resultados son permanentes, si no existen variaciones de peso importantes o nuevos embarazos por lo que recomendamos realizar este tratamiento en pacientes con un peso estable y en mujeres que ya no tengan intención de tener más hijos.
Deberá disponer de ayuda durante los primeros 3-4 días y seguir las indicaciones de su cirujano.
Se debe realizar reposo domiciliario durante la primera semana, abandonando el hábito tabáquico y adoptando medidas para evitar formación de trombos venosos (aunque estas medidas ya se inician en quirófano por el equipo asistencial).
Durante la segunda semana posquirúrgica el paciente se va incorporando a una vida normal sedentaria para iniciar su vida laboral a las dos o tres semanas de la cirugía, dependiendo de su labor. No aconsejándose realizar actividades deportivas durante el primer mes postoperatorio y ejercicios que impliquen abdominales hasta el tercer mes.
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